La universidad no para quieta y sus estudiantes menos. Nuestro afamado 'toro bravo', el sr. Wert, dice crecerse ante la presión y el llamamiento a la rectificación que ruge desde la sociedad española y, en especial, la comunidad educativa. El ministro, después de consensuar con los altos cargos episcopales, desea sacar adelante su nueva reforma educativa, la LOMCE, que trae perlas como las siguientes:
"La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país. El nivel educativo de un país determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro."
¡Los estudiantes no somos mercancia ni herramientas al servicio de los mercados! Somos personas, educandos y futuros educadores. El fin de la educación no es la economía (¿de quién?), y lo sabemos, sino el mayor bienestar posible.
Tras despedir profesores y profesoras, subir tasas, recortar en calefacción en facultades, recortar las becas, meter a la policia en algunas facultades, intentos de privatización universitaria, priorización de la religión, aumento de ratios, y un largo etcétera al que ahora se suma la LOMCE, una ley segregadora al servicio de la economía, la comunidad educativa dice ¡basta! y se han convocado dos marchas:
- Toma la Facultad-Asambleas: Colón a las 18h.
- Sindicato de Estudiantes-Sindicatos: Neptuno a las 18:30h.
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